Matteo Ward: “¿Puede la moda ser realmente sostenible?”

Matteo Ward es hoy CEO y cofundador de WRÅD, una empresa de Focus Design que persigue su misión a través de la educación, la innovación y el diseño y la consultoría. Antes de cofundar WRÅD, Matteo estudió Economía Internacional en la Universidad Bocconi y Gestión de la Sostenibilidad Empresarial en la Universidad de Cambridge. Desarrolló su carrera profesional durante 6 años en Abercrombie and Fitch, donde desempeñó los cargos de Gerente Senior en Alemania y copresidente del Consejo Global de Diversidad e Inclusión de A&F.

En 2013, mientras trabajaba para Abercrombie and Fitch y viajaba por todo el mundo, Matteo se dio cuenta de una importante contradicción en el núcleo de la empresa para la que trabajaba, que deseaba tener un impacto positivo en las personas a través de la industria de la moda. Esta toma de conciencia se produjo simultáneamente con el derrumbe del Rana Plaza en Savar, uno de los incidentes más graves de la historia ocurrido en una fábrica textil. El mundo circundante exigía más atención, pero ¿cómo era posible construir un entorno inclusivo con una de las marcas más exclusivas del mundo? ¿Cómo alterar un modelo arraigado?

La moda rápida se originó probablemente hace mucho tiempo en Francia, paralelamente a la necesidad de estimular la demanda de nuevos bienes para generar riqueza. Dado que la gente, naturalmente, no necesitaba mucha ropa, era necesario encontrar la manera de incitarla a comprar. Así nació la idea de las temporadas, primavera-verano y otoño-invierno, para comprar más ropa de la necesaria, para conformarse evitando incumplir los códigos estéticos de la moda. Al cabo de algún tiempo, surgió la aspiración de producir más de lo que se podía sostener, principalmente en Inglaterra y Estados Unidos. La inversión en la industria de la moda en aras de la rentabilidad dio lugar automáticamente a la necesidad de mano de obra, lo que en aquella época se tradujo en la explotación de las categorías más vulnerables, como las mujeres y los niños, así como de los recursos naturales, como el agua. Este proceso culmina hacia el siglo XIX con el deseo último de superar la naturaleza para hacer crecer la riqueza y el poder; para lograr este objetivo se crearon las fibras artificiales y sintéticas.

He aquí la cuestión. Es fácil descubrir nuevos materiales o tecnologías con la idea de reducir el impacto ecológico, pero esto no se traduce automáticamente en sostenibilidad en la industria de la moda. Diseñar prendas etiquetadas como “sostenibles” puede parecer sencillo, pero lo cierto es que la idea de una verdadera moda sostenible es escurridiza. Podemos tener una moda que reduzca su impacto ambiental o una moda que amplifique su influencia en la sociedad.

En este escenario, Matteo y su equipo colaboraron para desarrollar “Junk-Armadi pieni”, una docu-serie diseñada para arrojar luz sobre aspectos a menudo pasados por alto y ocultados por las grandes marcas de la industria de la moda.

Según Matteo, el único enfoque para luchar por una mayor sostenibilidad en la industria de la moda pasa por examinar y reevaluar estos tres elementos fundamentales: el modelo de negocio, la explotación de las personas y la búsqueda incesante del éxito y la superioridad sobre la naturaleza, que es antinatural.